Desde 1950, el 7 de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud en conmemoración del aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todos los años se elige un tema relacionado con un área prioritario de la salud pública.
Hoy por hoy, la depresión es una de las enfermedades que más aquejan a la humanidad. Según las últimas cifras publicadas por la OMS, el número de personas que sufren depresión ha aumentado de manera alarmante en la última década. 322 millones de personas en el mundo sufrieron depresión a partir de 2015 y los pronósticos a futuro no son nada alentadores: se calcula que en 2020 ésta será la primera causa de baja laboral en las naciones desarrolladas y la segunda enfermedad más frecuente en el planeta.
La depresión es producto del estrés, del hastío y de la falta de ideales de la sociedad contemporánea. El aumento de la esperanza de vida, el mayor nivel de estrés de las sociedades occidentales y el consumo de sustancias tóxicas son algunos de los factores que explican el crecimiento de esta enfermedad. por otro lado, la violencia, la pobreza, la humillación y el sentimiento de desvalorización pueden aumentar en riesgo de padecer problemas de salud mental.
La depresión devora nuestra memoria y la capacidad de concentrarnos, es un peso invisible que nos impode levantarnos de la cama e incluso salir de casa. Algunos la definen también como una tristeza que se instala en el cuerpo y se expande sin mirar edad, género o clase social.
En los adolescentes la depresión es principal causa de enfermedad en la franja entre los 10 y 19 años y el suicidio, la tercera causa de muerte entre este grupo etario.
Las exigencias escolares, los conflictos familiares, las dificultades vocacionales y el despertar sexual son entre otros, eventos que hacen del adolescente un ser con una mayor posibilidad de presentar conflictos emocionales.
La depresión puede tocarle a cualquiera. Lo que debes saber es que no existe una pastilla milagrosa. hacer ejercicio, mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente, tomarse tiempo para apreciar las cosas, aprender cosas nuevas, apoyarse en amigos y familiares, ser emocionalmente auténtico con los que te rodean es un poderoso elemento de cambio y convertir el tiempo libre en tiempo bien utilizado es la prioridad.
Recuerda, antes de vivir de los problemas, es mejor enfrentarlos. Si estás en dificultades no tengas miedo de pedir ayuda, no hay que avergonzarse, la única vergüenza puede ser perderse en la vida.
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